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Cómo comenzar un ejército de Drukhari en la décima edición de Warhammer 40K

Cae en el exceso: Inicia tu ejército de Drukhari

¿Por qué comenzar un ejército de Drukhari?

  • Lore

    • Elfos oscuros espaciales

    • Saquean planetas y naves espaciales

    • Hacen la guerra con el propósito explícito de causar sufrimiento y capturar mortales

  • Miniaturas

    • Tienen acceso a un buen rango de miniaturas, que fue hecho aproximadamente hace una década pero que está bien hecho

  • Gameplay

    • Sus reglas actuales están en su índice, disponible en la página oficial

    • Tienden a ser frágiles, pero muy rápidos y fuertes

Planeando el ejército

  • Puedes usar la aplicación oficial de Warhammer 40K, Rosterizer o Battleforge para construir una lista (en el futuro tendremos artículos sobre cómo usar estas herramientas)

  • Apunta hacia 1000 o 2000 puntos

Cabales de los Drukhari

Flayed Skull

Poisoned Tongue

Black Heart

Primeras compras

Para comenzar con tu ejército, un buen lugar para empezar es

  • Un kit de infantería

  • La Patrulla de Combate de los Drukhari

Drukhari Incubi

Patrulla de Combate de los Drukhari

Expandiendo el ejército

Posteriormente puedes adquirir las unidades que llamen tu atención, con algunas opciones siendo

Raiders

Kabalite Warriors

Drazhar

Ejemplo de una lista de 2000 puntos

  • Personajes

    • Urien Rakarth

  • Infantería

    • 2 × 10 Kabalite Warriors

    • 1 × 10 Wracks

    • 1 × 5 Wracks

    • 2 × 5 Mandrakes

    • 2 × 5 Scourges

  • Pain Engines

    • 1 x Cronos

    • 3 × 2 Talos

  • Vehículos

    • 1 x Raider

    • 2 x Venoms

    • 2 x Ravagers

¿Sabías qué?

Para los Drukhari, la conexión con el dios oscuro Slaanesh es una cuestión de supervivencia. Lo curioso es que, al estar atrapados en el abrazo de la entidad hedonista, los Drukhari deben alimentar constantemente su dios con almas atormentadas. Este requisito no solo impulsa sus incursiones tortuosas, sino que también es vital para su propia existencia. Si los Drukhari no causan sufrimiento y dolor, no solo sus enemigos, sino también ellos mismos, enfrentan una lenta y agonizante decadencia. Así, el ciclo perverso de dolor y placer perpetúa la existencia de los Drukhari en la eternidad tortuosa